It is getting harder and harder to find beef from the plains of La Pampa or Buenos Aires Province anywhere else but Argentina itself. In the past decade, the Land of Silver has experienced a vast decline in the amount of beef exports. The trouble began in 2006 when former President Nestor Kirchner implemented a tax increase on all beef exports from 5% to 15% along with stipulations that mandate sales of beef within Argentina to be at not profitable prices in an attempt to increase domestic consumption. This tax hike has sorely hurt the Argentine gauchos’ ability to compete with fellow MERCOSUR members Brazil, Uruguay and Paraguay who have benefited greatly from Argentina’s decline from the top.
Argentina’s last great year, 2005, saw exports of 771,000 tons of beef, whereas last year they were only able to muster a measly 183,000 tons. Placing so much emphasis on the domestic market (which is also experiencing declining numbers) has caused 93.6% of all beef production to be consumed within the borders of Argentina. Many economists blame the demise of the industry entirely on government intervention as it has not only hurt the amount of exports but has also had an adverse effect on production levels. Since the restrictions made in 2006, many farmers were not able to afford to keep up with the cost of cattle farming and have switched to soy farming which is relatively inexpensive and more lucrative in comparison. In correlation with the declining number of cattle farmers, so has the number of head of cattle witnessed a downturn.
The country’s historic average falls around 57 million, and now it stands at about 52 million. As the Argentine beef industry continues to take a beating, it is estimated that 130 slaughter plants and 15,600 jobs will be lost. Sadly, foreigners to Argentina will have to make the costly flight to experience a Buenos Aires parrilla (Buenos Aires steakhouse) in order to enjoy the famous cuts of Argentine steak that are bife de chorizo (New York strip), ojo de bife (a specific cut of ribeye), bife de lomo (tenderloin) and tira de asado (short ribs).
Se está haciendo más y más difícil encontrar carne de las llanuras de La Pampa o Provincia de Buenos Aires. Se puede encontrar carne en otros sitios pero cada vez menos en Argentina. En la última década, la Tierra de Plata ha experimentado una gran disminución en la cantidad de las exportaciones de carne. El problema comenzó en el 2006 cuando el ex presidente Néstor Kirchner puso en marcha un aumento de los impuestos sobre las exportaciones de carne del 5% al 15%, junto con las estipulaciones que las ventas de de carne en Argentina aumentara el consumo interno. Este aumento de impuestos ha perjudicado gravemente la capacidad de los gauchos argentinos para competir con sus compañeros, los miembros de MERCOSUR que son: Brasil, Uruguay y Paraguay que se han beneficiado enormemente de la decadencia del poder de Argentina. El último gran año de Argentina fue en el 2005, vio la exportación de 771.000 toneladas de carne, mientras que el año pasado sólo fueron capaces de reunir unas 183.000 toneladas. Al poner demasiado énfasis en el mercado interno (que también ha seguido disminuyendo cada vez más) ha causado el 93,6% de toda la producción de carne para el consumo dentro de las fronteras de Argentina.
Muchos economistas culpan la total desaparición de la industria por la intervención del gobierno, ya que no sólo ha afectado la cantidad de las exportaciones, pero también ha tenido un efecto negativo en los niveles de producción. Dado que las restricciones hechas en 2006, muchos agricultores no pudieron darse el lujo de mantenerse al día con el costo de la cría de ganado y se han cambiado al cultivo de soja, que es relativamente barato y más lucrativo en comparación. En correlación con la disminución del número de ganaderos, por lo que el número de cabezas de ganado son testigos de la crisis. El promedio histórico del país cae en torno a 57 millones de dólares, y ahora se sitúa en unos 52 millones de dólares. A medida que la industria de la carne argentina sigue tomando una paliza, se estima que 130 plantas de faena y 15.600 puestos de trabajo se perderán. Lamentablemente, los extranjeros tendrán que hacer un vuelo costoso hasta Argentina para poder obtener la experiencia de la parrilla de Buenos Aires con el fin de disfrutar de los famosos cortes de carne argentina que son bife de chorizo, ojo de bife, bife de lomo y tira de asado.
Steak Buenos Aires 